Cuando hablamos de niños y de libros debemos de ser
conscientes de la importancia que tiene que les hagamos disfrutar de historias
a pesar de que muchos de ellos no tienen la capacidad de leer aún por la etapa
de la que hablamos. Es por esto por lo que, nosotros como futuros docentes,
entramos en juego para promover la lectura desde bien pequeños. Nosotros
debemos tener la capacidad de no solo leerles un cuento si no que, también, de
transmitirles la historia de forma que sean capaces de imaginarse dentro de
ella. Es decir, debemos actuar como “los modernos trovadores” para fomentar el interés
por la lectura desde bien pequeños a pesar de que no sea nuestro principal
objetivo ya que, este, debe ser el disfrute de los niños con las historias
relatadas.
En este proceso de contar y transmitir tenemos tres formas
de poder relatar la historia, el cuenta cuentos, la narración con libro y la
lectura. Cada modelo de exposición es más afín a determinado cuento y, es por
este mismo motivo que nosotros como futuros docentes debemos saber averiguar como
debemos exponer cada cuento para que llegue de la mejor forma. Esto nos hace
comprender que no hay una opción mejor que la otra, si no que, por lo contrario,
debemos conseguir utilizar todas las formas de transmisión en el aula con el
objetivo de beneficiar a los niños con los distintos modelos de transmisión.
Por este motivo, también es muy importante comenzar la
actividad exponiéndoles que es lo que se va a hacer y de que forma se les va a
transmitir para que, poco a poco, consigan diferenciar el cuenta cuentos, la
narración con libro y la lectura. Es por esto por lo que, en esta actividad, al
haber escogido un libro que lo voy a exponer en narración con libro, siendo
niños de cuatro años comenzaría exponiéndoles que es la hora de las historias,
que hoy toca un libro muy bonito del que van a disfrutar mucho de la historia y
que trae unas imágenes muy curiosas de las que seguro que se van a sorprender.
Al no haberlo podido realizar en el aula, he querido realizar
una actividad parecida en mi propia casa, es por ello que cogí a mi hermana, mi
madre y mi sobrina, por separado, de forma que les expuse el libro con el
objetivo de que me dijeran que cambiarían de mi relato con el objetivo de que
al ser mi sobrina la ultima a la que se lo contaría y al tener ocho años, quería
intentar que ella fuera la que más disfrutara después de haber podido cambiar mi
forma de exponer la historia gracias a los feedbacks recibidos.
El libro que escogí fue el libro de “Orejas de mariposa”. Es
un cuento que descubrí de casualidad cuando fui a la tienda a mirar libros y
que, me llamo la atención a primera vista. Tiene unas ilustraciones super
originales, a pesar de tener colores llamativos es un libro que te gusta
observar cada detalle sin cansarte los colores fuertes que pueda tener y, en mi
opinión, tiene un titulo que engancha en cuanto lo lees. Desde mi opinión pienso
que es un libro sencillo que se puede narrar fácilmente tal cual lo expone el
autor por el texto tan sencillo que tiene, al igual que aprovechamos exponer
las ilustraciones del libro a los niños por lo bonitas que son. Es un libro que
yo utilizaría con niños de cuatro años porque al tener un texto muy sencillo también
se pueden parar a observar las ilustraciones.
Desde mi opinión creo que es un libro que puede transmitir
mucho no solo a los pequeños, si no que también a adultos. Es por ello por lo que,
lo aproveche para hacerlo con mis familiares y ver que opinaban.
PREPARACIÓN
Quise prepararme la actividad como si fuera una actividad en
el aula, por ello me estuve leyendo el libro varias veces de forma personal
para después leerlo en voz alta, con intención de practicar como lo haría
cuando lo expusiera. Esto lo hice con la idea de conocer mejor el pequeño texto
que contiene este cuento para poder facilitarme la lectura a la hora de enseñar
las ilustraciones y no trabarme mientras que realizaba la actividad.
Tras esto, me puse ante un espejo intentando imaginarme que
tenia a niños delante y de esta forma intentar entonar como si de esto se
tratase. Esto me llevo a pensar que preguntas le haría a los niños durante la
lectura. Al igual que pensé que no era bueno llenar la lectura de preguntas
para no irnos del hilo mucho, si que vi que era bueno pensar algunas preguntas,
para el final de la lectura, con la intención de conseguir las conclusiones de
los niños a los que se los expondría.
- ¿Cómo
os sentiríais si os llamaran alguna de esas cosas?
- ¿Qué pensáis
de las contestaciones de Mara a sus compañeros?
-
¿Vosotros le preguntaríais o hablaríais a algún compañero de esa forma?
- ¿Cómo
contestaríais vosotros a algún compañero que os dijera eso?
- ¿Cómo
os sentiríais?
Mientras que preparaba el cuento obviamente no vi necesarias
hacer las preguntas al espejo puesto que, sería un poco raro, pero, sí que creo
que es una forma de saber las opiniones de los niños pequeños de lo que puede
para algunos ser una broma.
PRACTICA
Para realizar esta actividad como anteriormente he explicado,
busque momentos en los que mis familiares se encontraran a solas, de forma que
no hubieran tenido la posibilidad de haber escuchado el cuento anteriormente.
Comencé con mi hermana. Me note un poco insegura y que, a
pesar de saber de que iba la historia y haberla leído varias veces, por la
propia inseguridad, mostraba el libro un poco inclinado de forma que era
complicado la visión de las ilustraciones. Mi hermana me comento que leía muy
deprisa y que, si hubieran sido niños, les hubiera costado mantener la
concentración. También me comento que parecía que hablaba con un pequeño
cantinero que, para ella, le resultaba incómodo. Lo que me recordó lo que se comento
en clase de que no debíamos hablar distinto a lo que le hablábamos a un adulto
puesto que, demasiada entonación no significaba meterles más en el cuento.
Tras esto, continúe con mi madre. Intente hacer caso a los
consejos que me había dado anteriormente mi hermana intentando leer más
tranquilamente y no canturrear las canciones. También intente mostrar mejor las
imágenes de forma que los ojos fueran directos a ellas mientras que iba narrando
la historia. Conseguí que a mi madre disfrutara de un cuento que, en principio,
nunca me plante que ella disfrutará. Esta vez, mi madre me dijo que le parecían
bien tanto el tiempo como la entonación y que le parecía que lo había hecho muy
bonito, pero, al fin y al cabo, que va a decir una madre ¿no?
Por último, llegue a la prueba de oro, mi sobrina, tiene
ocho años y, por lo tanto, esta en esa edad en la que no sabes si este tipo de
cuentos le va a parecer “demasiado infantil” o le va a gustar. Es por ello por
lo que comencé explicándole que necesitaba su ayuda para un trabajo de clase y,
ella emocionada, no dudo en decir que por supuesto porque, “soy mayor y te puedo
ayudar tata”.
Le dije que tenía que preparar un cuento para clase y que,
ella como buena jueza tendría que decirme que le parecía como lo hacía. Y así
fue.
Debo reconocer que es con la que más disfrute exponerlo
porque, puede plantearle las preguntas que me había planteado para niños más
pequeños y descubrí mucho de ella también con sus respuestas como que, tiene
una compañera en clase con la que se meten un poco y ella cuando se atreve la
defiende porque no le parece bonito, o que cuando la dicen una “broma” a ella
que no le gusta la ignora porque no quiere ponerse triste “por tonterías de
niños”. Nunca me imagine que con una actividad de un cuento iba a poderla
utilizar en mi día a día hasta que… ¡Mira como son las cosas!
Pero ojo, que como buena jueza me dio sus consejos. Me comento
que el cuento le gusto mucho y que le gustaba ver las imágenes mientras que se
lo contaba pero, que los dibujos le parecían un poco curiosos y hubiera
preferido dibujos hechos por mí, que le gustan mucho más al igual que me recordó,
y nunca pensé que una niña me dijera algo así, que en una clase hay muchos
niños y tendría que hablar un poco más alto porque claro, en su clase Nacho y Mario
no paran de hablar y si yo hablará así no podría escucharme bien.
CONCLUSIÓN
Tras todo esto, lo único que puedo decir es que me llevo una
grata sobre este experimento y de lo que he podido sacar en claro. Nunca pensé que
me podrían aportar tantas ayudas personas que realmente no están en la
educación como tal pero, que sin embargo, sus opiniones han sido muy buenas
para mi mejoría. También considero que el libro si que es adecuado para la edad
escogida y de la forma que lo he querido trabajar.
Por último, hablando de la preparación pienso que, a pesar de
haberlo trabajado de forma individual, siempre es complicado imaginarte una
escena con niños de cuatro años cuando todavía no te has enfrentado en una
realidad a esta experiencia y que, cuando haga las practicas y pueda
encontrarme realmente con una situación así, sabre realmente si mi preparación
ha sido la correcta, aunque, no obstante, me ha servido de mucha ayuda tener a
mi sobrina y trabajarlo con ella.
Creo que al final todos estos consejos me han servido para
mejorar, no solo a la hora de contar un cuento si no que, también para
transmitir en mi día a día en un futuro cuando este en un aula con mis alumnos.
BIBLIOGRAFÍA
- Aguilar, L; Neves, A (2008) Orejas de mariposa. Kalandraka.
- Labajo,I (2019) Teoría de literatura Infantil. Bloque 3.
Buenas Laura
ResponderEliminarHe leído tu actividad, y me han parecido muy interesantes cada uno de los apartados y como los has ido explicando poco a poco con todo detalle.
Me han gustado mucho las técnicas que has utilizado para preparar la actividad con tus familiares, ya que te ayuda a poder soltarte y a perder los nervios a la hora de contar un cuento.
La elección a la que va dirigida me parece que es correcta, también considero que se puede contar en otras edades adaptándolos a ellos.
Por último he echado en falta un vídeo viéndote contar el cuento, por lo demás me ha gustado mucho tu entrada.
Buenas tardes Paula!
EliminarMe hice el vídeo pero no se porque me dio fallo al subir el vídeo en el blog. Sigo intentando poder adjuntarlo. No obstante, muchas gracias por tu comentario
Bien.
EliminarLaura, súbelo a youtube y coloca aquí el enlace.
ResponderEliminarTodo está perfecto a falta de ver el vídeo.